martes, 17 de enero de 2017

CUENTOS POPULARES

     CUENTOS POPULARES
 La niña que se convirtió en sirena

Hace muchos años en un pueblito de la costa, vivía una pequeña familia, que estaba conformada por los esposos y una niña.
La madre se ocupaba de los quehaceres de la casa y del cuidado de la niña; mientras que el esposo era pescador.
En marzo , el pescador salio en busca de alimento para la semana mayor, pero esta ves no regreso. Su mujer muy preocupada pidió ayuda a los vecinos y todos salieron a buscarlo, no sin antes advertirle a su hija que no se acerque al mar, porque en Semana Santa es muy peligroso. La madre para que su niña tuviera miedo y la hiciera caso le contó que las personas que se meten al mar en esta época quedan totalmente convertidas en sirenas, es decir en seres mitad humano y mitad pescado.
La madre con esa idea de que su hija se aterrorizaría de esto y la obedeciera salio rumbo en busca de su marido con las demás personas. 
Pero resulta que la niña no le creyó ninguna palabra de lo que dijo su madre entonces, ella se fue a la orilla del mar para buscar a su padre, se metió en las aguas y cuando quiso salir, se dio cuenta que su cuerpo estaba cambiado y que no podía caminar. Intento estirar los pies y asomo una aleta; entonces, se puso a llorar.
Desde ese día  llora cerca de la barca de su padre, que a los pocos días regreso a la casa, y en cambio fue la hija ahora la perdida.
A pesar que ya han pasado muchos años, el padre asta ahora sufre, cada vez que sale a pescar, se adentra en el mar, pues cree oír a su hija llorando cerca de la barca y el la quiere consolar.

                                                                   La Curiosa

Había una vez una familia que vivía cerca de una quebrada.
Muy temprano sus padres salían rumbo al trabajo, mientras los niños cumplían algunas tareas en la casa.
Cerca del lugar, pasaban unos chanchitos gordos y limpiecitos, pero nadie podía tocarlos, pues al intentarlo corrían a la quebrada y se desaparecían sin dejar huella. Nadie sabia a quien pertenecía esos puercos ni por que estaban ahí.
Un día, la madre, movida por la curiosidad, se puso de acuerdo con la vecina para atraparlos entre las dos.
Así pues ella se escondió a tras de una piedra, junto a la quebrada, en tanto la otra les perseguía  Cuando los chanchitos llegaron a la quebrada, se convirtieron en cachudos.
Los cachudos se dieron cuenta de su presencia y la rodearon a ella , mientras que la vecina al ver a lo lejos esto desapareció por completo, la madre muy asustada les suplico que la dejen volver a su casa, pues tenia que cuidar a sus hijos. Los cachudos la perdonaron por esta vez, pues siempre había sido buena, pero le advirtieron que no vuelva a ser curiosa, pues ellos estaban ahí para llevarse a las almas malas y sobretodo curiosos.
                                                         Las Lagrimas de un Padre


Me contaron mis antepasados que en una gran hacienda, el mayoral, le había mandado a su propio papa que era un viejito que desherbara un poco de papas. El ruquito había cogido un papita y la había guardado en el bolsillo, y ya en la tarde cuando  había terminado su tarea, el mayoral osea su hijo comenzó a revisar los bolsillos de todos los trabajadores y hasta el de su papa, resultando que encontró la papa que había guardado el viejito y por este acto el muchacho le pego 3 chicotazos. El anciano comenzó a llorar , no de dolor si no de pena por haber tenido un mal hijo, en ese instante al hijo le entro la desesperación y sin saber que hacer lo dejo solo y ni siquiera se atrevió a recapacitar para pedirle perdón.

Al segundo día  el mayoral aviso que iba a ver al ganado en el cerro, pero lo que el no sabia era que por ahí rondaba un oso.
Concurrió con su caminata, al mayoral le comenzó a dar miedo cierto lugar, el bosque , el estaba muy sediento hasta que de pronto encontró una laguna y fue directo hacia ella, pero para mala suerte de el se topo con el gran oso, pero en el intento de escape, este lo agarro y lo metió a la laguna y nunca mas se volvió a saber del mayoral y mal hijo.
Le avisaron al padre y le dijeron que ese lugar se había echo muy misterioso desde entonces por culpa del alma del hijo que pasaba rondando en pena por el bosque , entonces pidieron al padre que conjure el sitio para que el hijo pueda descansar en paz.
El padre como no quería ningún mal para el hijo, fue con la demás gente, y en el momento que estaba rezando y pidiendo por el alma del hijo, este se les apareció embuelto en un bulto de piedra 
Sin poder hacer nada, el padre y el resto de las personas que observaban al chico , todos volvieron a sus casas.
Muchas de las personas que viven por este sitio dicen que todas las noches lo ven rondando pero no como un espíritu si no como un ser de piedra.
                                                            La Mazorca de Oro


Cuentan que en una casa vivía una humilde mujer con sus 5 hijos y su esposo, pero con la desventaja de que tenían  muy pocas posibilidades económicas.
La pobre señora vivía y mantenía a sus hijos con sacrificio y esfuerzo propio. 
Su actividad consistía en cultivar el maíz que le daba ciertos resultados, ya que su esposo, que era un ebrio empedernido , no le ayudaba en nada, ni hacia nada por el mismo, mucho peor por su mujer y sus hijos. Todo lo que se ganaba se gastaba en el maldito licor, y el poco sueldo que aveces le entregaban, apenas le alcanzaban para ciertos gastos esenciales.
Gracias a la agricultura y al esfuerzo de la pobre mujer, podían comer todos los días.
Un día de esos en que empezó a limpiar las mazorcas, vio de repente que lago brillaba al fondo del granero, pero no le dio mucha importancia, ya que el sol era muy fuerte y penetraba por la ventana, no hizo caso y decidió seguir trabajando.
Paso el tiempo y llego la época de cosecha, la mujer se puso muy contenta al ver sus mazorcas gruesas, pero al mismo tiempo estaba triste, porque su marido no se había recuperado, seguía bebiendo como un condenado. 
Al acercarse un poco mas a sus mazorcas, vio un brillo intenso, sin poder resistir mas su curiosidad, se acerco y recogió lo que había sido, !sorpresa!..era una mazorca con cada uno de sus granos de oro.
Al darse cuenta de esto la mujer agradeció a Dios y dijo:- Gracias Señor por bendecir a mi familia.
Vendió la mazorca en muchos miles de sucres y le puso un buen negocio al marido para que no siga bebiendo.
El hombre muy agradecido sinceramente con su mujer, cambio radicalmente su estilo de vida, convirtiéndose en un hombre trabajador y ayudador con su mujer.

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